DEPRISA DEPRISA… CONTRA EL MAR MENOR
IUVRM denuncia que la construcción de apartamentos turísticos en La Manga, saltándose la moratoria, se acelera a sabiendas de que la ILP representará mucha más protección para el Mar Menor
–––––––––––––
Región de Murcia, 5-5-2022.- Desde la Red de Medioambiente de IU-Verdes Región de Murcia se han presentado alegaciones en tiempo y forma dirigidas al Ayuntamiento de San Javier para evitar la construcción de 116 nuevos apartamentos turísticos en La Manga dentro de su término municipal. Las alegaciones se apoyan en lo siguiente: en ningún caso se permite la ejecución de obra material que suponga la transformación física del suelo según el precedente sentado por el Consejo jurídico de la Región de Murcia en su dictamen 14/22 Conclusión IV: ‘… pero no se autoriza que se realicen actos de ejecución de dicho planeamiento, esto es, de gestión urbanística, ya revistan carácter jurídico o material’.
El objetivo es que el equipo municipal de San Javier, encabezado por José Miguel Luengo, se atenga al cumplimiento estricto de la ley, evitando nuevas agresiones al ecosistema del Mar Menor. Al responsable de Medio Ambiente, Ginés Mirón, le parece: “descabellado este proyecto especialmente en este momento, dado el estado crítico actual del Mar Menor. Si el alcalde de San Javier escuchara las preocupaciones de sus vecinos, comprendería que los proyectos a impulsar son otros, como evitar los numerosos emisarios que vierten al Mar Menor, mejorar su extensa Red de saneamiento, incluida La Manga, especialmente mal mantenida, o evitar que la draga llamada araña finlandesa haya provocado una entrada excesiva de agua del Mediterráneo, visible ya en las fotos vía satélite que evidencian alrededor de la zona perjudicada bolsas con preocupante reducción de oxígeno”. Pero no, los proyectos que el alcalde impulsa van en sentido contrario del sentido común de sus vecinos.
Desde la formación política se preguntan si esta precipitación en saltarse la moratoria urbanística indicada hasta el verano de 2023 se debe al temor a la ILP, pues es muy posible que dotando de personalidad jurídica al Mar Menor se frenen los pelotazos urbanísticos que los promotores tienen actualmente en cartera. “Es la hora de dar un respiro al Mar Menor, no de aumentar aún más el estrés de tan frágil ecosistema”.