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OPINIÓN: Medidas para hoy y para mañana también

Nos encontramos inmersos en la tercera crisis consecutiva de los últimos quince años. Primero fue financiera, luego sanitaria y ahora energética, esta última consecuencia de una nueva reordenación geoestratégica mundial por el dominio de las fuentes de energía y en la que el gas, en un contexto de transición energética, juega un papel fundamental. Vean, si no, la pugna de EE UU para acabar con el proyecto Nord Stream2 de suministro de gas entre Rusia y Alemania y, de paso, apropiarse de buena parte del mercado europeo para sus exportaciones de gas licuado.

Desde esta perspectiva, junto con la coyuntura de una mayor demanda de gas por el arranque de las economías tras la pandemia sanitaria, se entiende mejor la actual crisis energética derivada del incremento especulativo de los precios de las materias primas (gas y petróleo) y agravada por el escandaloso sistema de cálculo del precio de la electricidad, que lo hace depender del precio del gas. Una crisis que venía de lejos, que se agudiza con el conflicto de Ucrania y que parece que se mantendrá en el tiempo, según la mayoría de analistas.

En esta situación y con la realidad del cambio climático presente, las medidas propuestas desde la derecha y el populismo descarado e hipócrita de la ultraderecha, centradas en la bajada de impuestos, se muestran insuficientes e ineficaces, además de ser fiscalmente regresivas, como ya ha ocurrido con la bajada impositiva de la electricidad aprobada meses atrás

Son necesarias otras medidas no propiamente coyunturales, como el cambio del modelo de cálculo del precio final de la energía, una reforma fiscal que reparta los costes de las crisis de manera más equitativa y justa, porque no todos sufren por igual el impacto de sus consecuencias, es más, algunos se enriquecen con ellas, o la creación de una empresa pública de energía.

Es el caso también del impulso al autoconsumo eléctrico procedente de energías renovables para el que el Estado ha repartido 660 millones a las Comunidades autónomas (19,5 a la de Murcia), una medida que, sin embargo, nuestro Gobierno regional apoya escasamente con fondos propios, a tenor de lo gastado: 2,3 millones en el cuatrienio 2018-21, apenas ejecutado, y 9,7 millones de fondos Feder en el mismo periodo, sin aportación de fondos propios, con un grado de ejecución del 67% (Cuenta General Comunidad). ¡A ver si alguna crisis venidera nos pillara, por fin, preparados!

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