En defensa del Estado, con o sin errores
Que la extrema derecha iba a aprovechar el momento de conmoción producido por las riadas en Valencia para dar una vuelta de tuerca en su estrategia de desestabilización del Estado es algo que viene de serie en su manual político. Es la versión fascista de la La doctrina del Shock, que Naomi Klein explica en su libro homónimo en relación a la introducción de medidas sociales y económicas impopulares de corte neoliberal, aprovechando el impacto psicológico que los momentos de crisis provocan en la población. Baste recordar la reforma laboral de Rajoy en 2012, que ahondó profundamente en la precarización del empleo. Ahora es la extrema derecha quien pone en práctica esta teoría, pero con otra finalidad: socavar las bases democráticas del Estado, agitando, mediante bulos y mentiras, la inseguridad, el temor y la frustración que generan dichas crisis hasta convertirlas en indignación creciente que se manifiesta en momentos de máxima tensión, como ocurrió en Paiporta.
Pero, Antelo y los suyos no son lo importante ni deben ocupar el centro de atención que pretenden. Es la combinación de factores como son el cambio climático, que provoca lluvias torrenciales de niveles desconocidos hasta ahora; la falta de reacción ante las previsiones de estos fenómenos meteorológicos extremos (ya sea por prevalencia de intereses económicos empresariales, por imprudencia o por incompetencia) y el desarrollo irresponsable de un urbanismo desordenado, lo que, entre otras cosas, debiera preocuparnos.
Y mientras, ellos/as seguirán ahí, sin descanso, porque son la esperanza que no se ha llevado la riada. Ánimo y muchos abrazos.
Las necias y absurdas declaraciones de Antelo, afirmando que «hoy mismo, un nuevo camión de Vox con ayuda humanitaria parte hacia la Comunidad Valenciana, demostrando que cuando el Estado falla, nace la nación» lo ejemplifican nítidamente. El Estado no ha fallado, José Ángel, está allí desde el primer momento, la Aemet o la UME son ejemplos de ello, pero también otros cuerpos del ejército, personal técnico de emergencias, Policía Nacional, Policía Local, Guardia Civil, bomberos, sanitarios, Protección Civil y también autoridades, con errores o sin ellos en su gestión. Otros, como el personal de ayuntamientos junto a colectivos y oenegés organizan y sostienen la red de abastecimiento y ayuda que hace posible que la carga del camión que tu partido afirma haber enviado, pueda llegar a su destino. Sin ellos, sin el Estado que representan, tu iniciativa de ayuda sería lo fallido.