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Comparecencia de L.A.Marín: una oportunidad perdida

Anuncia el consejero de Economía y Hacienda, Luis Alberto Marín, que comparecerá en la Asamblea Regional a petición propia para “para informar sobre el impacto que tendrá en la economía de la Región de Murcia la financiación singular de Cataluña”, así, tan categórico, cuando ni siquiera los propios firmantes parecen ponerse de acuerdo en la concreción de lo que significa dicha financiación singular, mucho menos en el impacto de la misma.

L.A. utilizará como argumentario el informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) asumiendo la opción más exagerada, en cuanto a impacto negativo se refiere, del abanico de posibilidades que ofrece: 13.200 millones más para Cataluña y merma en la misma proporción para las demás CCAA a menos que se incremente un 30% la recaudación del IRPF, so pena de reducir el gasto en pensiones, propone, o defensa. Casi nada.

Poco le importará al consejero que, según se expresa en sus propias conclusiones, el informe sea, “a la espera de que se concreten los detalles del acuerdo, una conjetura”, que es tanto como decir que se trata de un mero ejercicio especulativo, con un punto (o dos) tendencioso y sesgado en su análisis, añado yo.

Una pena, Fernando, que esta comparecencia vaya a ser una oportunidad perdida para estar, por una vez, a la altura de las circunstancias. Se hable lo que se hable entre el Estado y Cataluña, lo que es seguro es que vamos a un proceso de reforma del sistema de financiación autonómica y de que se va a hacer con el conjunto de las CCAA y la aprobación en el Congreso de las diferentes reformas legislativas que conlleve. En este contexto, lo idóneo sería ser propositivo.

El marco del debate lo definen cuatro cuestiones básicas sobre las que gira el Sistema de Financiación Autonómica: una, como repartir la capacidad fiscal entre el Estado y las CCAA; dos, definir un suelo de gasto para el sostenimiento de los servicios públicos en base a la revisión del criterio de población ajustada; tres, mejorar los mecanismos de compensación que equilibren la situación desfavorecida de las CCAA con peor renta y, cuatro, una reforma fiscal que asegure los recursos necesarios y garantice el cumplimiento solidario de aporte tributario al sistema para el conjunto de las CCA, evitando la competencia fiscal desleal entre ellas.

Este es el tema, Luis Alberto, no la pelea con Sánchez.