
OPINIÓN:LO IMPOSIBLE: PUERTO EN EL GORGUEL Y PROTECCIÓN AMBIENTAL.
El Instituto Español de Oceanografía acaba de publicar un estudio que viene a
dar la razón a todas las organizaciones ecologistas, sociales y políticas que
venimos advirtiendo, desde hace años, que el proyecto del macropuerto en El
Gorguel es un atentado, uno más, al maltratado medioambiente regional, que
causaría, en este caso, una grave afección al ecosistema costero y marino.
El estudio alerta de las consecuencias medioambientales de la construcción de
esta infraestructura y también de las de la posible ampliación de la dársena de
Escombreras. Las obras podrían remover el depósito de metales pesados
existente en esa zona proveniente de los vertidos que Peñarroya arrojó en la
Bahía de Portmán durante 33 años. Ello provocaría su dispersión, lo que
frustraría el proceso de recuperación que el ecosistema afectado viene
experimentando y podría también incidir gravemente en la conservación del
ecosistema marino-costero de Calblanque y de la reserva marina de Cabo
Tiñoso e Isla de las Palomas. Casi nada.
Primera lección: Los efectos de la contaminación son siempre imprevisibles y
siguen siendo determinantes a largo plazo.
A pesar de ello, los prebostes de la economía regional han salido en tromba a
hacer declaraciones que defienden la construcción del macropuerto
despreciando la contundencia de las conclusiones del informe del IEO con una
seguridad terraplanista que asusta y una lógica que pasma.
Desde tacharlo de “especulativo y condicional” para añadir después que
“cualquier puerto tiene sus afecciones”, como ha dicho el presidente de la
FREMM, a calificarlo de “no taxativo” por parte de la presidenta de la Autoridad
Portuaria de Cartagena, que, además, insiste en que “el informe no dice que el
macropuerto no se pueda hacer” – ¡claro!, advierte de lo que pasaría si se hace.
El presidente de la CROEM, por su parte, recuerda que el proyecto está incluido
en el Pacto por las Infraestructuras promovido por el gobierno regional,
recientemente firmado por numerosas organizaciones, “por lo que hay que seguir
reivindicándolo”. (¡poderosa razón!).
López Miras, a quien la noticia pilló reunido precisamente con la ministra Teresa
Ribera, trató, no obstante, de cuadrar lo imposible en la rueda de prensa
posterior: macropuerto sí, “compatible con todas las medidas de sostenibilidad y
medioambientales necesarias”. Vale.
Segunda lección: La naturaleza siempre impone sus condiciones, es mejor
adaptarse y respetarlas que sufrir las consecuencias.
¿Es que no han aprendido nada? ¿O les da igual?
