Agricultura de ayer y/o la de hoy
No me tranquiliza que los representantes de las organizaciones agrarias sean partidarios de rebajar a simple reglamento el nivel normativo de la ley actual.
Continúan las comparecencias de las sesenta personas propuestas, solo por PP y Vox, en la Comisión de Asuntos Generales de la Asamblea regional para la (más que) posible modificación de la Ley 3/2020 de recuperación y protección del Mar Menor que pretende Vox desde el inicio de la legislatura y a la que el PP, finalmente, se pliega.
Las más interesantes, hasta ahora, han sido las de los representantes de la parte ‘oficial’ del Comité Científico, la parte ‘crítica’ lo abandonó hace tiempo, dicho sea sin ánimo de desmerecer a unos y merecer a otros. De ellas me llamó especialmente la atención una frase del portavoz de dicho Comité, que, en mi opinión, centra el debate de manera poco habitual, pero interesante. Decía: «Un tema que siempre sale cuando hablamos de esto [del estado del Mar Menor] en la Escuela de Agrónomos de la UPCT es si lo que tenemos ahora mismo, o hemos tenido desde 2016, principalmente en el Mar Menor, es efecto de la agricultura de hoy o de la de ayer».
De la de ayer, salvo a la Fundación Ingenio o a los negacionistas de Vox, pocas dudas nos caben a tenor del expediente del caso Topillo. Su crecimiento exagerado, incluso ilegal, hasta la misma orilla de playa y los vertidos descontrolados de salmuera contaminada de nitratos procedente de la desalobración ilegal de aguas extraídas del acuífero, aumentaron de manera exponencial la disponibilidad de nitrógeno y fósforo en la masa de agua lagunar provocando la crisis eutrófica de 2016 que rompió el frágil sistema de autorregulación de la laguna; sin descartar, claro está, el efecto de otras presiones externas como la minería, la presión urbanística y del turismo o la ganadería intensiva.
De la de hoy, está por ver, y no me tranquiliza que los representantes de las organizaciones agrarias sean partidarios de rebajar a simple reglamento el nivel normativo de la ley actual haciéndolo depender de órdenes o resoluciones de la propia Consejería de Agricultura.