
Tic, tac
Todo parece indicar que después del último plantón del PP a Vox en la constitución de la Mesa del Congreso estaremos, en breve, por tercera vez en este año, en campaña electoral.
Aquince días de concluir el plazo, la pregunta del millón sigue siendo si habrá repetición electoral en la Región de Murcia o no, aunque todo parece indicar que después del último plantón del PP a Vox en la constitución de la Mesa del Congreso estaremos, en breve, por tercera vez en este año, en campaña electoral.
Antes de este episodio, todos/as estábamos convencidos/as de que el culebrón del verano en que se están convirtiendo las no negociaciones entre ambos partidos para la investidura de López Miras acabaría como acaban estas cosas: en un trago de sapos mutuo, dado que las diferencias programáticas entre ambos partidos son irrelevantes. Vox rebajaría el requerimiento de la vicepresidencia y la más que absurda y surrealista exigencia de opinar sobre los nombramientos de los/as consejeros/as populares y el PP terminaría admitiendo a Antelo como consejero (único) de vete a saber qué cosa.
Sin embargo, el episodio del Congreso, como anteriormente el de la elección de la Mesa de la Asamblea Regional, resultado de las elecciones generales por medio, ha vuelto a sacar a flote el verdadero e irreconciliable choque de posiciones entre la derecha y la ultraderecha, en el que se juega algo tan simple como el reparto de la cuota de poder.
Vox viene escarmentado de la legislatura anterior por el pacto de sus expulsados con LM y la irrelevancia institucional a la que estuvo sometido y el PP, sin necesidad ya de apoyos para una posible investidura de Feijóo y escaldado en Murcia por la experiencia de gobierno de coalición con Ciudadanos (e imagino que no especialmente satisfecho con la gestión en Educación de la negacionista Mabel Campuzano), se regocija en el tentador canto de sirena de una posible mayoría absoluta que le estarían otorgando las encuestas como resultado de una previsible repetición electoral.
No obstante, hay un dato a tener en cuenta y es que la izquierda que representa Sumar se presentaría, con toda probabilidad, por fin, en una candidatura unitaria a unas elecciones autonómicas, lo que, en una previsión conservadora (60% de participación y un respaldo electoral entorno al 8,5%), podría situar a este espacio político en cuatro diputados/as. La cuestión relevante es que este previsible incremento de la representación que hoy tiene la coalición Podemos-IU-AV sería a costa de restar algún diputado al PP, lo que puede acabar siendo determinante a la hora de conformar dicha mayoría absoluta. Veremos.